Año: 1973
Material: Hormigón
Dimensiones: 3,74 x 2,38 x 2,48 m
Lugar: Parque García Sanabria
Josep María SUBIRACHS. Barcelona, 1927.
Hornacina o templo para una mano abierta. Concebida en hueco, dentro de sus figuraciones en negativo, la perfección de esta mano adquiere por trompe-l'oeil, una presencia mágica. Es el destino de estos bajorrelieves.
El podium que la alberga, realizado con gran riqueza de textura, sacraliza esta presencia, dándole un aspecto trascendente de símbolo. Obra de perfecto acabado muy dentro de la concepción dual que distingue la obra de este escultor.
Subirachs trabajó en el taller de Enric Casanovas, presentando su primera exposición en 1948. Participa en el Salón de Octubre. Sus exposiciones se suceden periódicamente.
De 1954 a 1956 reside y trabaja en Bélgica, regresando luego a Barcelona. En 1958 obtiene la Medalla de bronce en la II Bienal de Alejandría, el Gran Premio San Jorge de la Diputación de Barcelona y el Premio Julio González de la Cámara Barcelona de Arte.
Sus exposiciones internacionales se suceden en los más importantes museos y galerías. Ha realizado gran cantidad de monumentos entre los que destacan el levantado al Comercio Internacional en la ciudad de Dallas y el de la XIX Olimpiada, en Méjico, así como la realización de la fachada y las puertas del Santuario de la Virgen del Camino en León.
En 1968 su obra se presenta en una sala especial en la XXXIV Bienal de Venecia.
Continúa realizando obra monumental y de pequeño formato y está representado en numerosos museos de España y del extranjero.